El decorador de interiores se encarga de crear un espacio funcional y estéticamente agradable, por lo que sus funciones se resumen en:
- Analizar el espacio para encontrar el uso más adecuado.
- Planificar el diseño para la decoración del espacio, teniendo en cuenta el estilo de vida y las opiniones y deseos del cliente.
- Seleccionar los materiales, como los muebles, los accesorios, la iluminación, etc.
- Brindar asesoramiento al cliente sobre cuál es la mejor opción que refleja su estilo y necesidades.