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La piel está expuesta a varios agentes externos que resultan perjudiciales, como son la contaminación, los restos de maquillaje o el exceso de sebo. Estos factores influyen en el aspecto de la piel y traen consigo problemas tales como acné, puntos negros o la aparición de arrugas prematuras. Y para evitar estas consecuencias es fundamental seguir una rutina de higiene facial basada en una limpieza profunda del rostro. Es por ello que en este post queremos explicarte en qué consiste una limpieza facial, así como los tratamientos necesarios para ello. Y recuerda que en ELBS puedes adquirir los conocimientos propios de un profesional de la belleza y la estética a través de nuestro curso de esteticista.

¿Qué es la higiene facial y cuáles son sus beneficios?

Se trata de una técnica de belleza centrada en una limpieza profunda del cutis. Además de limpiar la cara con este procedimiento también se elimina cualquier suciedad del rostro que pueda incrustarse en los poros. En consecuencia, se consigue un rostro luminoso, hidratado y suave. También es un proceso ideal si se busca unificar el tono de la cara y disminuir la apariencia de espinillas, puntos negros y otras imperfecciones.

Gracias a los productos cosméticos que se aplican en este tratamiento de higiene facial, junto a las diferentes técnicas y destrezas de una esteticista profesional, desaparecen las células muertas. También, se estimula la circulación de la sangre, así como la producción de colágeno y la correcta oxigenación de la piel. Todo esto contribuye a que sea una terapia de belleza perfecta para frenar la aparición de signos de envejecimiento o de cansancio. Asimismo, es importante conocer que sobre una piel limpia cualquier cosmético o terapia de belleza tiene mayor efectividad.

¿Y qué es la limpieza facial profunda?

Lo primero a tener en cuenta es que no es lo mismo una higiene facial profunda que la limpieza diaria que realizamos en nuestro cutis. Puesto que se basa en una técnica profesional y más elaborada con cosméticos y aparatología especializada y de calidad. Puedes acudir a centros de estética y bienestar para ponerte en manos de profesionales y conseguir una apariencia radiante tras la sesión de belleza. Se recomienda realizar una limpieza profunda con cada cambio de estación.

Rutina básica de limpieza facial

Esta rutina suele aplicarse en casa, ya que no requiere de aparatología especializada. Así pues, una rutina diaria de skincare debe constar de:

  • Desmaquillar y limpiar el rostro en profundidad, para empezar a trabajar con la piel preparada y limpia.
  • Exfoliación. En este paso se eliminan las impurezas más difíciles, como las células muertas, con técnicas exfoliantes físicas o químicas para lograr un efecto peeling.
  • Limpieza de poros. Lo primero es abrirlos con vapor u otras técnicas para facilitar la extracción de impurezas, comedones o puntos negros sin cicatrices ni riesgo de infecciones.
  • Activación de la piel. Con este paso, mediante un masaje facial y la aplicación de principios activos se cierran los poros. También se estimula la circulación del rostro, lo relaja, descongestiona y tonifica.
  • Aplicación de mascarilla, sérum o aceites esenciales. Ayudan a potenciar la belleza de tu cutis con los cosméticos según tu tipo de piel.
  • Hidratación y protección del rostro. El último paso es aplicar una crema hidratante y protección solar para evitar los efectos dañinos de la exposición al sol, como manchas y arrugas.

Tipos de tratamientos de higiene facial

Todas las pieles necesitan un cuidado diario y realizar con regularidad una limpieza del rostro. Ahora bien, se debe escoger la más adecuada a cada circunstancia personal. Algunos tratamientos más habituales que suelen aplicarse en centros de estética y belleza son:

  • Limpieza básica. Cumple con todos los pasos anteriormente mencionados y, pese a su sencillez, es muy efectiva en pieles jóvenes con pocas imperfecciones.
  • Técnica con ultrasonidos. Se basa en una limpieza con técnicas más modernas gracias a los beneficios de las vibraciones de los ultrasonidos. Se realiza con una espátula que permite conseguir un rostro más terso y regenerado, eliminando las capas más superficiales del cutis para una exfoliación profunda.
  • Microdermoabrasión. Esta terapia de belleza se centra en los principios de estética no invasiva. Además de limpiar y renovar la dermis, con la microdermoabrasión se produce un aumento de elastina y colágeno en la piel. En este caso, el aparato es un exfoliador con puntas de diamante o zafiro que realiza un masaje de aspiración.
  • Tratamientos adicionales. Después de una limpieza del cutis, tu rostro puede requerir una sesión de belleza extra para corregir algún aspecto en particular con vitaminas u oxigenación. Destacan los tratamientos para mejorar la hidratación, el acné, las manchas faciales, las arrugas o el exceso de sebo de la piel.

Formarse como esteticista profesional en escuela ELBS

En nuestro curso de esteticista profesional adquirirás los conocimientos propios de un experto o experta en técnicas de belleza. En esta formación aprenderás todo lo necesario sobre aparatología, cosmetología, técnicas y protocolos en este sector profesional.

La metodología del curso puede ser online o a distancia con duración de un año, aunque puede prorrogarse. Tras cada unidad se encuentran ejercicios de autoevaluación para que los alumnos conozcan su nivel de aprendizaje. Otra ventaja son las diferentes webinars semanales para que los alumnos puedan disfrutar de una experiencia formativa completa. También disponen de tutorías personalizadas a través de un equipo docente especializado, el cual será el encargado de asesorar y resolver dudas de los estudiantes durante la formación.

¿Qué estudiarás en nuestro curso de esteticista profesional?

El contenido de nuestro curso online de esteticista se divide en un total de 4 módulos en los que se imparten diferentes lecciones dedicadas a temas concretos:

  • Servicios estéticos: Anatomía, fisiología, patología, medidas de higiene, cosméticos y aparatología.
  • Depilación: Útiles y productos empleados, decoloración del vello y depilación manual.
  • Maquillaje: Morfología del rostro y maquillaje social.
  • Manicura y pedicura: Técnicas, cosméticos, útiles y anatomía.

Sin duda, el cuidado de la piel así como la limpieza o higiene facial es imprescindible si se quiere conseguir un rostro luminoso, joven y sin imperfecciones. Siguiendo una rutina de belleza a diario conseguirás los resultados que buscas. Si tras este artículo te has dado cuenta de que el mundo de la estética te apasiona y es lo tuyo, en Escuela ELBS estaremos encantados de atenderte. Pídenos información de nuestros cursos profesionales sin problemas.