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No, los alimentos y los buenos hábitos saludables no son como los medicamentos, descritos como sustancias diseñadas para prevenir, curar o reparar secuelas de la enfermedad. Sin embargo, combinados de manera correcta y equilibrada, pueden reforzar nuestro bienestar, estado de salud y sistema inmunológico, imprescindible para estar “sanos”. Si estás buscando información sobre alimentos para el sistema inmunológico fuerte, estás en buen lugar. Hoy te contamos cómo puedes reforzar el sistema inmunológico a través de la alimentación. Además, recuerda que en Escuela ELBS te podrás formar con nuestros Cursos de salud y deporte.

Combinación de alimentos para el sistema inmunológico

Como bien comentábamos al inicio de este artículo, los medicamentos no pueden ser sustituidos por los alimentos. Sin embargo, estos últimos, combinados de manera eficaz y correcta, pueden proporcionarnos tantos beneficios que nos permiten evitar la toma de estas sustancias químicas.

Aunque cada persona es un mundo, la ciencia afirma que hay una serie de principales alimentos para el sistema inmunológico fuerte. Eso significa que consumir estos productos en su medida y bien combinados puede ayudar a nuestro cuerpo a fortalecer el sistema inmunológico para actuar más eficientemente contra algunas dolencias

Por ejemplo, tener un sistema inmunológico fuerte puede ayudarnos a combatir resfriados, gripes y, cómo no, el virus que ha puesto en jaque a nuestra sociedad: el coronavirus. ¿Cuáles son las recomendaciones en cuanto a alimentos para el sistema inmunológico fuerte y sano?

Alimentos para aumentar las defensas: vitamina C

Aunque muchas personas crean que la mejor manera de reforzar su sistema de defensas sea recurrir a complementos vitamínicos, nada más lejos de la realidad. Es cierto que, si es una necesidad de nuestro cuerpo y el médico considera que debemos tomar complementos, debemos hacerle caso. Sin embargo, una correcta alimentación, balanceada y sana, es mucho más que suficiente para conseguir reforzar el sistema inmunológico.

El funcionamiento del cuerpo humano se basa, entre muchas otras cosas, en el consumo de nutrientes como vitaminas y minerales. ¿Y qué mejor alimentos para el sistema inmunológico que aquellos con altas cantidades de vitaminas? Empieza a seguir una dieta basada en hortalizas, frutas y verduras para tener una buena cantidad de vitaminas en tu cuerpo.

Por ejemplo, añade alimentos para el sistema inmunológico que contengan Vitamina C: Pimientos, fresas, tomates o kiwis te ayudarán a reforzarla.

La vitamina del sol, o Vitamina D

Siendo una gran protagonista en la correcta absorción del calcio en nuestro cuerpo, la vitamina D es fundamental también en nuestras defensas. Por ello, consumirla en forma de alimentos para el sistema inmunológico nos ayudará a reforzarlo. Además de fabricarla naturalmente a través de los rayos del sol, también aumentaremos sus niveles consumiendo pescados grasos como el salmón o el atún. Suma, además, huevos, leches y champiñones.

El naranja, tu color aliado

Y no solo por las naranjas, un claro ejemplo de alimento con vitamina C. sino también por los vegetales y hortalizas de color naranja e incluso amarillo. Así, apostar por la col kale, las calabazas, pimientos y zanahorias es siempre buena idea. Estos alimentos para el sistema inmunológico te aportarán carotenos. Este componente antioxidante también te podría ayudar (según algunos estudios) con los trastornos de la vista, vasculares o en la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Evita azúcares refinados y toxinas

No son el demonio, aunque los veamos cada vez más contraindicados. Sin embargo, evitar los azúcares refinados o limitar su consumo diario es buena idea si quieres configurar una dieta con alimentos para el sistema inmunológico. Los azúcares refinados y añadidos debilitan nuestro sistema inmunitario.

También se recomienda eliminar o reducir al máximo la ingesta de productos ultraprocesados o poco naturales. De este modo, evitaremos el consumo de elementos, toxinas o aditivos que podrían entorpecer nuestro sistema inmunológico y por lo tanto debilitar nuestro cuerpo ante posibles gérmenes, bacterias o virus.

Otros alimentos para el sistema inmunológico

Añade, además de estos alimentos con alto contenido vitamínico, otros productos como los frutos secos (sobretodo las almendras, con alta vitamina E) o los frutos rojos (los arándonos son muy valorados). También puedes apostar por los cítricos, que te ayudan a producir glóbulos blancos y son alimentos para el sistema inmunológico.

Tampoco puedes olvidarte de los crustáceos, un gran aliado por su cantidad de zinc. Este elemento presente entre los alimentos para el sistema inmunológico es imprescindible para las células que regulan nuestras defensas. Finalmente algunos estudios indican que el té verde y su contenido en flavonoides y epigallocatechin gallate, dos antioxidantes, son también una fuente de protección para nuestro sistema inmunológico.

Consejos extra para reforzar el sistema inmunológico

Aunque ya sabes los alimentos para el sistema inmunológico que debes consumir, también debes tener en cuenta otros factores que te permitirán tener una mayor capacidad de defensas naturales. Por ejemplo, no dormir lo suficiente puede ser la causa de enfermedades, y puede ayudarnos a ganar peso o tener una presión arterial alta. En resumen, todo lo que favorezca el descanso tanto físico como mental nos ayudará a fortalecer nuestro sistema inmunológico.

En este sentido, practicar ejercicio físico no solo te ayudará a mantenerte en forma, sino que también puede ayudarte a reforzar tus defensas. El ejercicio moderado (nunca abusando, pues podríamos obtener el resultado contrario) estimula la inmunidad celular.

Finalmente, es también importante que practiques actividades que te hagan feliz y le den un respiro a tu mente. Por ejemplo, si te relaja leer, leer un buen libro puede favorecer y reforzar tus defensas. ¿Cómo?, te preguntarás. La causa se encuentra en que los altos niveles de estrés y ansiedad pueden afectar a la generación de glóbulos blancos. En este sentido, te pueden ayudar también el yoga, la meditación o el mindfulness.