El término de dolo hace referencia a la voluntad y la conciencia de la persona que comete un delito al hacer un acto ilegal. Bajo esta idea, se entiende que el delito doloso es aquel que no se comete por imprudencia, sino que tiene una causa o intención de producir daño. ¿Te gustaría saber a profundidad sobre este concepto y sus características? Sigue leyendo, te explicamos los tipos que hay y algunos ejemplos de este tipo de delito en el blog de hoy.
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Índice de contenidos
¿En qué consiste el delito doloso?
Un delito implica que una persona haga u omita una acción de dos formas: de manera dolosa, que quiere decir con intención; o de forma imprudente. Solo el comportamiento recogido en el Código Penal y que se cometa con dolo o imprudencia por parte de una persona se considera delito.
Básicamente, el dolo es la voluntad de hacer un acto sabiendo que se generará una consecuencia lesiva sobre otra persona. También, se actúa de forma dolosa cuando se omite una acción conscientemente, aún sabiendo que al no hacer dicha acción se dañará a otra persona. Por ello, el delito doloso es la forma más grave de culpabilidad, y es que, cometer un delito con intención de producir algún tipo de afectación a otra persona, siempre será castigable.
Generalmente, el dolo tiene dos elementos característicos que te explicamos a continuación.
Elementos del dolo
El dolo cuenta con componentes objetivos y subjetivos. Los objetivos se refieren al hecho punible que comete el autor y el resultado doloso del mismo. Un aspecto importante a mencionar es que entre la acción y el daño producido ha de existir una relación de causalidad.
En cuanto a los elementos subjetivos, estos hacen referencia a la conciencia del autor del delito y la voluntad de dicho autor. Bajo esta idea, se entiende que debe ser una acción que genera daño a otra persona. Es decir, que la persona sabe que pasará y es consciente del peligro y la ilegalidad que esto involucra.
Tipos de delitos dolosos
Existe una clasificación de los tipos de dolo que se hace según la intención del autor. Estos son:
- Primer grado: es la conducta dolosa básica o directa. La persona que comete un delito tiene la intención de ir contra la ley. Así que lo hace y obtiene un beneficio de ello.
- Delito doloso indirecto: este delito es de segundo grado; cuando el daño a la otra persona se crea como medio para obtener la ejecución del delito planeado.
- Doloso eventual: en esta clase de delito, la probabilidad de causar un daño con una acción es menor que en el caso del dolo indirecto, pero igualmente el autor del delito acepta que es una acción que puede producir consecuencias negativas y aún así sigue con su acción.
Ejemplos de delito doloso
El ejemplo más común de delito con dolo es el de robar: cuando una persona entra en una tienda y decide llevarse algún producto sin pagar, aunque ya sabe que lo que hace es ilegal. Este es el delito de hurto y el dolo se ve en que la persona sabe que su acción provoca un daño al comerciante y que es ilegal realizarlo.
En el caso de dolo directo, el ejemplo sería cuando una persona planifica el asesinato de otra. Sabe que matar es un delito y, aún así, decide hacer todo lo necesario para matar a otra persona.
Ahora bien, un caso de dolo indirecto sería cuando un terrorista quiere atentar contra un grupo político y decide poner una bomba en el edificio en donde trabajan. En dicho lugar, hay empleados y otras personas no relacionadas a ese grupo político y el terrorista sabe que el resultado de su acción dañará o matará también a esas personas que trabajan en el edificio. Aún así, acepta ese factor como resultado necesario para lograr su objetivo. En este caso, además del asesinato de los políticos se le imputará por la muerte de las otras personas.
Un delito doloso eventual podría ser cuando alguien decide robar el bolso de una señora subida a una moto. Sabe que al hacerlo es probable que la mujer caiga y se lastime, y, aun así, comete el robo y con el tirón, la señora cae y se rompe un hueso. Además del delito de robo, el ladrón estaría cometiendo un delito de lesiones, ya que se muestra dolo eventual en su actuar.
¿Qué es el dolo en derecho penal?
El Código Penal tiene en cuenta ciertos elementos para establecer los tipos de penas. Los más comunes son el dolo y la culpa. El artículo 5 del Código Penal establece que no hay pena sin dolo o imprudencia. Esto quiere decir, como habíamos dicho antes, que el dolo es la voluntad y la conciencia de un individuo para hacer una acción que provoque una consecuencia a otra persona. Cuando el autor del delito actúa con dolo, quiere hacer ese hecho a pesar de saber el daño que va a causar.
Según la regulación penal, si un juez determina que un cierto delito se ha hecho de forma dolosa, las penas de dicho hecho ilegal aumentarán en una cuarta parte, junto con las sanciones o medidas de seguridad necesarias para lograr la reeducación y reinserción social del sujeto.
¿Cuál es la diferencia entre dolo y culpa?
Como hemos mencionado, el dolo hace referencia a la voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud. Ahora bien, cuando hablamos de culpa, en el ámbito penal, la culpa es la omisión del cuidado debido al calcular las posibles y previsibles consecuencias de un hecho. Esto quiere decir que la persona que comete el delito y genera daño al hacerlo, tiene la culpa de ello al no aplicar el debido cuidado para evitar los posibles resultados.
En verdad, la culpa puede ser consciente e inconsciente y está relacionada con la imprudencia, la falta de cuidado o la falta de precisión al hacer algo.
Para concluir, la diferencia entre el dolo y la culpa es la mala intención ejecutada en el dolo. En cambio, la culpa puede ser consciente o no y es el resultado de la realización de una acción sin aplicar el debido cuidado y sin intencionalidad.
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