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Durante los últimos años, las terapias con caballos se han convertido en una herramienta terapéutica importante para la rehabilitación, tratamiento y ayuda de niños y adultos. Y es que el caballo puede ser el aliado perfecto para trabajar con personas con diversidad funcional, ya sea de tipo físico o sensorial. Las diferentes terapias utilizan el vínculo que se establece entre las personas y los animales para mejorar la calidad de vida. Desde 1875, la equinoterapia ocupa un lugar importante cuando hablamos de la rehabilitación con animales. Recuerda además que en Escuela ELBS podrás formarte en este sector con nuestro máster en monitor de equinoterapia.

A continuación te explicamos cuáles son las principales terapias con caballos que debes conocer. Además, detallamos sus tipologías, características y beneficios. Toma nota.

Hipoterapia

Está indicada para las personas con discapacidades físicas y cognitivas de diferentes grados. Está basada en el movimiento del caballo y en las características especiales del animal, como su olor, el calor que desprende su cuerpo y los movimientos que realiza. Se puede realizar sobre el caballo o caminando a su lado. El movimiento rítmico del animal genera estímulos en la persona que mejoran su coordinación y equilibrio.

Estas terapias con caballos deben ser dirigidas siempre por un especialista que actuará de diferente forma según el grado de afectación de la persona:

  • En la hipoterapia pasiva, el terapeuta sube al caballo detrás del paciente y guía los movimientos del animal.
  • En la hipoterapia activa el paciente sube solo al caballo, pues está en condiciones de dirigir la montura, y el terapeuta coordina la sesión desde tierra.

Equinoterapia social

Estas terapias con caballos están indicadas para las personas con problemas adaptativos y combinan la equitación con la educación de valores sociales en el paciente. Mediante la relación que se establece con los animales, se trabajan diferentes habilidades sociales que mejoran la integración del individuo en la sociedad.

Los caballos tienen una gran capacidad de empatía con las personas. Este aspecto se trabaja para ayudar a superar los problemas del paciente y a normalizar sus relaciones sociales. La relación con los animales sirve como estímulo para mejorar la comunicación con las personas.

Equitación adaptada

Es la práctica de la equitación por parte de personas con algún tipo de limitación física, sensorial o cognitiva. Se realiza siempre bajo la supervisión de monitores especializados, que conocen perfectamente el mundo del caballo y saben trabajar con personas diferentes.

En algunos casos, son necesarios instrumentos que ayuden a las personas a subir y mantenerse sobre el animal. También son necesarias las adaptaciones pedagógicas, por lo que esta técnica solo se debe realizar con equinoterapeutas especializados.

Equitación terapéutica

Otra de las terapias con caballos que debes conocer es la equitación terapéutica. Con esta técnica, se anima al paciente a responsabilizarse del caballo en todos los aspectos, no solo a montarlo. La alimentación, el aseo y el bienestar del animal serán responsabilidad del paciente y tendrán un impacto positivo en su autoestima.

La relación afectiva y de responsabilidad que desarrolla la persona para con el cuidado del animal ayuda a ciertas personas.

El contacto continuado con el animal motiva a la persona en diferentes aspectos. Mejorará la sensibilidad con el caballo, la concentración al hacer la tarea y la atención a sus necesidades. Todo ello estimulará la afectividad con los animales y las personas, desarrollando la empatía y produciendo una mejora en la autonomía personal del usuario.

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Volteo terapéutico

En esta terapia, se anima al paciente a montar el caballo sin silla, cubierto únicamente con una manta. De esta forma, la persona puede realizar giros sobre la espalda del animal y ser más consciente del movimiento tanto de su cuerpo como del del animal. Este tipo de terapias con caballos se aplica con fines fisioterapéuticos y psicopedagógicos.

El terapeuta guía al caballo para que camine despacio y en círculos, mientras el jinete hace los ejercicios. A medida que va a adquiriendo destreza, el jinete podrá realizar los ejercicios al trote y al galope. Se utiliza preferentemente en los niños, aunque está indicada también para los adultos.

Terapias ecuestres ocupacionales

Están destinadas a favorecer la inserción laboral de personas con diversidad funcional. Por un lado, las diferentes terapias ecuestres son un medio para favorecer la realización de actividades de la vida diaria. Por otro, suponen una forma de inserción laboral para las personas que encuentran dificultades para acceder al mercado de trabajo.

En la terapia ecuestre ocupacional, los terapeutas trabajan aspectos diversos con los pacientes, quienes se encargan de la higiene del caballo, el cepillado, el aparejado para la monta o la recogida del material. En algunas ocasiones trabajan incluso participando en actividades grupales.

Beneficios de las terapias con caballos

Los caballos son animales con una gran adaptación al hombre, lo que hace de ellos la opción perfecta para trabajar con las personas. Además, son tranquilos, empáticos y ofrecen confianza a todo el que tiene un contacto directo con ellos.

Con estas características, el trabajo de equinoterapia representa numerosos beneficios en diferentes aspectos de la vida de los pacientes. Algunos de ellos son:

Cambios a nivel psicológico. Aumenta el control de las emociones y la capacidad de atención. También mejora la autoestima y la capacidad de relación. Mejora la expresividad del jinete y su autocontrol frente a situaciones desconocidas. Además, el cariño que se despierta por el caballo es beneficioso a nivel afectivo y potencia el respeto por todos los animales.

Cambios en el lenguaje. Contribuye a aumentar la comunicación verbal y gestual con el entorno y ayuda en la articulación de las palabras.

Mejora psicomotriz. Aumentan los reflejos, el equilibrio y la coordinación motora. Mejora el tono de todos los músculos que intervienen en la monta e incrementa la fuerza motriz y el equilibrio.

El caballo al andar transmite impulsos a las piernas y la columna vertebral del jinete, lo que supone un estímulo para la coordinación de estas partes del cuerpo.

Beneficios fisiológicos. El calor del cuerpo del animal en contacto con la persona ayuda a relajar los ligamentos y estimula el riego sanguíneo. Los movimientos tridimensionales del caballo al andar estimulan la musculatura y las articulaciones.

¿Cuándo es conveniente aplicar disciplinas de equinoterapia?

Numerosas afectaciones y discapacidades se ven favorecidas con el tratamiento de equinoterapia. Las personas con esclerosis múltiple, espina bífida, problemas traumatológicos congénitos o sobrevenidos y, en general, cualquier deficiencia en el aparato locomotor verán paliadas sus enfermedades después de la terapia.

Pero también es útil en los niños y adultos con autismo, síndrome de Down y otros tipos de alteraciones neurofisiológicas. En estos casos, la terapia equina tendrá resultados muy positivos.

Las terapias con caballos mejoran la calidad de vida de las personas con alteraciones físicas y neurológicas y con determinadas discapacidades. Si te gusta el mundo el caballo, la equinoterapia te permitirá trabajar con este animal de una forma eficaz, respetuosa y con resultados muy satisfactorios.