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A pesar de que a muchos nos cueste asumirlo: el tiempo hace que envejezcamos. Los cuerpos y mentes cambian a medida que se envejece. Y por ello es necesario adaptarse a nuevas situaciones que van apareciendo en el día a día. El objetivo es lograr un envejecimiento activo y saludable que te permita disfrutar al máximo de toda la vida que tienes por delante. El paso del tiempo es imposible de detener, pero sí existen claves para envejecer de manera sana y mantener la energía para llevar una vida activa. A continuación, descubre algunas de las claves más importantes para conseguir un envejecimiento activo. Recuerda que si quieres especializarte en este ámbito, puedes estudiar con nosotros el Máster en Auxiliar de Enfermería Geriátrica. Pide información sin compromiso.

Claves para un envejecimiento activo

Nunca es tarde para cambiar hábitos e introducir nuevas dinámicas que te aporten positividad y salud.Por ello, a continuación te dejamos con algunas claves que pueden llegar a ser determinantes durante el proceso de envejecimiento.

Alimentación equilibrada y ajustada

Con los años, el cuerpo necesita una menor cantidad e ingesta de calorías. Las frutas y verduras son alimentos saludables recomendados para cualquier edad, pero más si queremos lograr un envejecimiento activo. La ración recomendada para cada día es de 5 piezas de fruta y verduras variadas. El consejo es que amplíes la gama de colores en tus verduras. A mayor variedad de colores, mayores nutrientes te aportan las verduras.

En la tercera edad también se aconseja reducir el consumo de carnes rojas y la grasa de productos lácteos. Por el contrario, el ácido graso Omega-3 que contienen pescados como el salmón, el bacalao, la trucha o las sardinas, es muy saludable para el corazón. Comer pescado tres veces a la semana es otra saludable recomendación.

Otro alimento indispensable en cualquier edad, y en especial para los mayores, son los cereales integrales. Aportan una gran cantidad de fibra que resulta beneficiosa para el funcionamiento adecuado del sistema digestivo. También es recomendable el aporte de legumbres y hortalizas para completar una dieta lo más equilibrada.

Ejercicio físico adaptado

A partir de la tercera edad, la actividad física sigue siendo un aspecto muy importante. Pero debes establecer nuevas rutinas de ejercicio conforme a las cualidades físicas de cada persona. Caminar entre 30 minutos y una hora todos los días es un excelente ejercicio. No solo porque activa la circulación y ayuda a trabajar el aparato motor, sino porque es una estupenda forma de salir al aire libre y relacionarse con otras personas. Caminar en grupo es una de las mejores actividades que cualquier especialista en la tercera edad recomienda.

Otras actividades indicadas en esta franja de edad son ejercicio en bicicleta estática, bailar o gimnasia de mantenimiento para mantener huesos y músculos fuertes. Se trata de escoger actividades deportivas que se adapten a tus necesidades y posibilidades. En muchos centros deportivos se ofrecen clases de yoga, pilates o tai-chi adaptadas a la tercera edad.

Un aporte extra energético es recomendable en estos casos. El calcio y la vitamina D refuerzan la salud de tus huesos. Es aconsejable integrarlos en la dieta diaria como complementos alimenticios para un envejecimiento activo.

Mantener la mente en marcha

Tampoco se puede descuidar la actividad intelectual. Una mente activa es beneficiosa tanto para la parte física como para la autoestima. El cerebro también debe ejercitarse para que no pierda facultades. La lectura, conversar acerca de diversos temas con amigos y familiares o jugar a juegos de mesa que mantengan activa la agilidad mental son actividades imprescindibles. El objetivo es evitar y retrasar al máximo el declive cognitivo. Una mente ocupada resolviendo un crucigrama o disfrutando de una buena lectura goza de una excelente salud cognitiva. Mantener la curiosidad sigue siendo una de las claves para que la mente no envejezca y se mantenga receptiva a nuevos estímulos.

Muchas personas en la tercera edad se apuntan a clases en asociaciones de mayores, se matriculan en universidades para adultos o comienzan los estudios de una carrera que siempre desearon hacer. Son actividades que mueven la materia gris y suponen un cambio de hábitos que aporta dinamismo y nuevas actividades sociales.

Moderar el consumo de alcohol y dejar de fumar

Los hábitos perjudiciales como consumir alcohol o tabaco aumentan el riesgo de padecer graves enfermedades. Además, algunos tratamientos médicos son incompatibles con el consumo de bebidas alcohólicas. En general, es conveniente dejar este tipo de malos hábitos para la salud.

Tener una actitud positiva y mantener una vida social activa

Los cambios en el hábito del descanso, la pérdida de apetito, la irritabilidad o el aislamiento son algunas señales de depresión que aparecen en la tercera edad. Por ello, es importante establecer rutinas para mantenerse activos a lo largo del día. La vida social es un aspecto clave para mantener un a actitud positiva ante la vida. Salir de casa y relacionarse con otras personas. Ampliar el círculo social con gente que comparte aficiones. Realizar viajes, excursiones, visitar museos, ir al cine… En general, realizar cualquier actividad que te mantiene entretenido y que se puede compartir.

Adaptar algunas partes del hogar

En la tercera edad es una tarea primordial plantear diversas adaptaciones en el hogar. Sustituir la bañera por un plato de ducha te evitará accidentes al salir del baño. Colocar un asa o barandilla en la ducha para poder agarrarse en caso de un resbalón. Recolocar los útiles diarios que se encuentran a más altura en los estantes de la cocina o en las estanterías o armarios.

Adaptar las alturas de algunos electrodomésticos como la lavadora para prevenir malas posturas. Utilizar sillas y sofás altos para incorporarte mejor al levantarse. Colocar alguna luz nocturna para orientarte si te levantas de noche al baño. Son pequeños cambios que mejoran la vida en casa y evitan accidentes e imprevistos.

Estas han sido algunas de las claves para contribuir a un envejecimiento activo. Ya no se trata solo de vivir más años, se trata de vivir más años y mejor. Mantenerte en buena forma y activo para seguir disfrutando de las cosas que te gustan. Sin duda, una genética buena ayuda a envejecer mejor, pero la clave está en mantener hábitos saludables para tener una buena calidad de vida en la tercera edad. Es posible adaptarse a estos nuevos hábitos en cualquier edad y disfrutar de los mejores años con energía y positividad.