¿Te apasiona el arte del tatuaje y estás dando tus primeros pasos como tatuador o tatuadora? Este camino, tan artístico como técnico, está lleno de aprendizaje… y de pequeños tropiezos. Pero, no te preocupes: equivocarse forma parte del proceso. Lo importante es identificar esos errores antes de que se conviertan en costumbre. Por ello, hoy repasamos los errores comunes en tatuadores principiantes y te contamos cómo evitarlos. ¡Prepárate para guardar este blog entre tus favoritos!
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Índice de contenidos
¿Qué necesita un tatuador principiante?
Ante de hablar de errores, hablemos de lo esencial. Como tatuador principiante necesitas tres cosas fundamentales:
- Formación sólida. No basta con tener buen pulso o saber dibujar. El arte del tatuaje implica técnica, higiene, conocimientos de la piel, manejo de maquinaria y protocolos sanitarios.
- Equipamiento adecuado. Necesitas una máquina de tatuar fiable, agujas, tintas homologadas, guantes, fuentes de alimentación, papel térmico, productos para desinfección, etc.
- Actitud de aprendizaje. La humildad y la paciencia son claves. Cada sesión es una oportunidad para mejorar, y cada cliente, una responsabilidad.
Por eso, muchas personas que quieren iniciarse con buen pie deciden estudiar un curso de tatuaje profesional, donde aprenden desde cero lo necesario para avanzar con seguridad.
¿Son comunes los errores en los tatuajes?
Sí, los errores en los tatuajes son más comunes de lo que imaginas. Incluso tatuadores con años de experiencia pueden cometer errores si no están concentrados o no siguen ciertos protocolos. Pero en principiantes, es más habitual aún. ¿Por qué? Porque están adaptándose al tacto de la piel, a la máquina, a los tiempos de trabajo y, sobre todo, a la presión de estar tatuando a otra persona.
Y sí, algunos errores son leves y se corrigen con el tiempo… pero otros pueden dejar marca, literalmente. Por eso es tan importante conocerlos, prevenirlos y tomar medidas antes de que afecten tu reputación como profesional.
Errores comunes en tatuadores principiantes (y cómo evitarlos)
A continuación, te presentamos una lista de los errores comunes en tatuadores principiantes, junto con algunos consejos para que tú no caigas en ellos.
No practicar lo suficiente antes de tatuar a alguien
Es común emocionarse con el equipo nuevo y querer tatuar a la primera persona que se preste como lienzo. Pero saltarse la fase de práctica puede traer resultados desastrosos. Practicar en piel sintética o en fruta permite entender cómo fluye la tinta, cómo responde la máquina y qué presión aplicar.
Evítalo practicando a conciencia antes de tocar piel humana. La confianza se construye con entrenamiento, y un mal tatuaje por falta de práctica puede perjudicar tu reputación desde el primer día.
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Tatuar sin conocer la profundidad adecuada
Uno de los grandes errores técnicos de los novatos es no controlar la profundidad de la aguja. Si es demasiado superficial, el tatuaje se desvanecerá en poco tiempo. Si penetras demasiado, puedes causar sangrado excesivo, dolor e incluso cicatrices permanentes.
Para evitarlo, debes estudiar la anatomía de la piel y aprender a calibrar tu máquina correctamente. Con práctica y buena formación, sabrás identificar la sensación exacta que indica que estás tatuando en la dermis, la capa adecuada.
No seguir protocolos de higiene y esterilización
Este error no solo es un fallo técnico, sino también ético y legal. Tatuar sin guantes, sin desinfectar la zona, sin utilizar material esterilizado o reutilizando agujas puede provocar infecciones, hepatitis o reacciones alérgicas en el cliente. Evítalo cumpliendo con las normas higiénico-sanitarias al 100%. Aprende sobre bioseguridad, protocolos de desinfección, esterilización y manejo de residuos.
No estirar bien la piel al tatuar
La piel no es lienzo rígido, sino flexible y elástico. Si no la estiras bien, el trazo puede quedar tembloroso, las líneas mal definidas y el resultado dejará mucho que desear. ¿Cómo evitarlo? Aprende a tensar la piel correctamente: usa una mano para estirar y la otra para tatuar. También puedes pedir ayuda al cliente para adoptar una postura que facilite tu trabajo, sobre todo en zonas curvas o difíciles.
Elegir diseños demasiado complejos
Muchos principiantes quieren demostrar todo su talento desde el día uno y se lanzan con retratos, realismo o mandalas detallados. Pero esos estilos requieren precisión, experiencia y muchas horas de práctica previa. Evita frustraciones empezando con diseños simples: líneas básicas, figuras geométricas, letras o pequeños símbolos son ideales para dominar el pulso, la profundidad y la limpieza del trazo.
Tatuar sin tener en cuenta el tipo de piel
No todas las pieles reaccionan igual: algunas son más grasas, otras más secas o sensibles, hay pieles con cicatrices, lunares o tendencia a sangrar más. Cada una requiere un trato especial, y no tenerlo en cuenta es uno de los errores comunes en tatuadores principiantes.
Para evitar errores, aprende a observar y tocar la piel antes de empezar. Pregunta al cliente por posibles condiciones dermatológicas y adapta tu técnica según la zona y el tipo de piel.
No cuidar bien la postura al trabajar
Horas encorvado, con la espalda en tensión o con la muñeca forzada pueden causarte lesiones con el tiempo. El síndrome del túnel carpiano o dolores lumbares son muy comunes entre tatuadores mal posicionados. Invierte en una buena silla ergonómica y aprende a organizar tu espacio de trabajo. ¡Cuidar tu cuerpo es cuidar tu carrera!
No comunicarte bien con el cliente
A veces, el cliente quiere una cosa, pero tú interpretas otra. O tú no explicas bien qué puedes hacer y surgen expectativas imposibles. Una mala comunicación puede arruinar la experiencia aunque el tatuaje quede bien.
Evita malentendidos hablando claro y con empatía. Escucha, haz preguntas, explica el diseño, los cuidados y el tiempo que tomará. Una buena conversación es la base de un buen tatuaje.
Usar la máquina de tatuar con parámetros incorrectos
No conocer el voltaje adecuado, usar agujas equivocadas o no saber regular la máquina según el diseño puede traducirse en líneas inestables, exceso de trauma en la piel o pérdida de tinta. Evita este fallo conociendo bien tu equipo. Cada máquina tiene su configuración ideal. Aprende a calibrarla según el estilo que trabajar y la zona del cuerpo del cliente.
No dar las instrucciones de cuidado post-tatuaje
Muchos principiantes se enfocan tanto en tatuar bien que olvidan lo que pasa después. Y un tatuaje mal curado puede perder color, deformarse o incluso infectarse. Evita problemas explicando al cliente cómo cuidar su tatuaje. Desde cómo limpiarlo, qué cremas aplicar, hasta qué actividades evitar. Incluso puedes entregar una ficha escrita para asegurarte de que lo recuerde.
Estos son los cuidados de un tatuaje y todo lo que debe evitar el cliente en los días y horas posteriores. ¡Toma nota!
No aceptar críticas o correcciones
El ego puede ser el peor enemigo del progreso. Algunos principiantes no aceptan consejos, se cierran ante críticas o se frustran fácilmente si algo no sale perfecto. Evita estancarte manteniendo una actitud abierta al aprendizaje. Escucha a tatuadores con más experiencia, analiza tus errores y celebra los avances, por pequeños que sean.
Copiar diseños sin adaptarlos
Usar diseños de Internet tal cuál está mal visto en la comunidad del tatuaje, además de ser poco original. Asimismo, un diseño que funciona en papel puede no verse bien en la piel si no se adapta al cuerpo. Evita este error aprendiendo a interpretar, redibujar y personalizar diseños. Adapta el arte al estilo del cliente, a la zona a tatuar y a tu propia línea artística.
Tatuar sin tener en cuenta la dirección del músculo o movimiento
Un diseño puede verse bien en reposo, pero distorsionarse al moverse. Esto es especialmente importante en brazos, piernas o torso. Evita que tu arte se deforme observando la anatomía en movimiento. Pide al cliente que flexione la zona y piensa el diseño en 3D, no solo sobre el papel.
No documentar tu trabajo
Al no guardar fotos de tus tatuajes, pierdes la oportunidad de construir un portafolio, revisar tu evolución y mostrar tu estilo. Además, es una herramienta clave para atraer más clientes. Evita este descuido documentando cada sesión (con consentimiento). Usa buena luz, guarda las fotos en carpetas ordenadas y compártelas en redes para crear tu marca personal.
No estudiar ni actualizarse
El tatuaje evoluciona constantemente. Nuevas técnicas, agujas, estilos, tintas, normas sanitarias… si te quedas con lo que aprendiste al inicio, te quedarás atrás.
Evita el estancamiento formándote continuamente. Estudia un curso profesional, asiste a convenciones, sigue a otros artistas y mantente al día. En la Escuela ELBS te ofrecemos un curso de tatuaje completo, flexible y enfocado en lo que realmente necesitas saber para comenzar tu carrera con paso firme y evitando los errores comunes en tatuadores principiantes.
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