fbpx

Las funciones de un sexólogo se centran en ayudar a las personas a tener una vida sexual saludable y plena. Esto implica asesorar, orientar, divulgar y educar en sexualidad. Así pues, si tienes pensado especializarte en sexología y qué tareas te esperan como futuro profesional, sigue leyendo. Te explicamos con detalle las tareas que realiza un sexólogo y qué problemas sexuales suele encontrarse en consulta.

Accede ahora al máster online en sexología y da un paso más en tu carrera profesional.

Funciones de un sexólogo

La sexología es una disciplina en la que se tienen en cuenta diferentes factores. Estos son: biológicos (genitales, sentidos, etc.), psicológicos (emociones, experiencias, etc.) y socioculturales (educación, entorno familiar, creencias religiosas, etc.). Por lo tanto, la sexología es una disciplina dinámica en la que la anatomía, las emociones, las experiencias y la orientación sexual se relacionan entre ellas.

Partiendo de ello, y como explicamos en anteriores posts, según la formación previa que tenga un sexólogo, la naturaleza de sus funciones variará. Normalmente, aquellos profesionales que provengan de los campos de la medicina y la psicología suelen centrar sus tareas en el diagnóstico y tratamiento de disfunciones sexuales. En cambio, aquellos sexólogos que cuentan con formación en ciencias sociales o en educación suelen dedicarse al asesoramiento, divulgación y educación sexual.

Por lo tanto, se puede decir que un sexólogo realiza las siguientes funciones:

Tratamiento de disfunciones sexuales

El sexólogo se encarga de tratar las disfunciones sexuales como la eyaculación precoz, la anorgasmia o el vaginismo, por ejemplo. A través de entrevistas, pruebas psicológicas y métodos clínicos, evalúa el origen de estas dificultades y diseña estrategias terapéuticas personalizadas.

Terapia de pareja

Se enfoca en mejorar la comunicación, la confianza y la intimidad entre los miembros de la relación. De hecho, muchas disfunciones sexuales tienen un componente emocional o relacional que puede abordarse mediante el fortalecimiento del vínculo afectivo y la resolución de conflictos. Además, el sexólogo ayuda a las parejas a redescubrir el deseo y la conexión física en un ambiente de comprensión y respeto mutuo.

Asesoramiento y orientación en sexualidad

Brinda apoyo y orientación en temas relacionados con la identidad y la orientación sexual, el deseo, la compatibilidad sexual y las inquietudes personales. Su labor consiste en proporcionar información basada en evidencias científicas y libre de prejuicios, ayudando a las personas a entenderse mejor a sí mismas y a gestionar sus experiencias sexuales de manera saludable y satisfactoria.

Promoción de la salud sexual

Es un aspecto fundamental del bienestar general, y el sexólogo desempeña un papel clave en su promoción. Se encarga de prevenir enfermedades de transmisión sexual, concienciar acerca del consentimiento y el respeto en las relaciones, y difundir prácticas seguras y saludables.

Educación sexual.

Su objetivo es dismitificar conceptos erróneos, fomentar la autoaceptación y dotar a las personas de conocimientos que les permitan tomar decisiones informadas sobre su sexualidad. La educación sexual abarca temas como anatomía, diversidad, afectividad, prevención de riesgos y habilidades para establecer relaciones sanas.

Investigación y divulgación sobre sexualidad

A través de estudios científicos, publicaciones y conferencias, contribuye a ampliar el conocimiento sobre la sexualidad humana y a combatir tabúes. Su labor en este campo permite mejorar los enfoques terapéuticos y proporcionar información actualizada a la sociedad sobre un aspecto esencial del bienestar humano.

Máster en Sexología, Terapia Sexual y Género

¿Qué problemas trata un sexólogo?

Ante cualquier problema relacionado con la vida sexual de una persona o pareja que impida disfrutar de una salud sexual plena, sana y satisfactoria, es necesario acudir a un sexólogo. De hecho, los motivos más comunes en consulta son:

  • Disfunción eréctil.
  • Falta de deseo sexual.
  • Anorgasmia, o incapacidad de alcanzar el orgasmo.
  • Dispaurenia, o dolor en las relaciones sexuales
  • Vaginismo, o dificultad para permitir la penetración.
  • Trastornos en la eyaculación, ya sea precoz o retardada.
  • Educación sexual a través del asesoramiento personalizado.
  • Problemas de pareja, ya sea por falta de comunicación o conflictos.
  • Suelo pélvico.

Te puede interesar: Por qué estudiar sexología y terapia de pareja