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El humano también es un ser sexual, y, aunque hablar de sexo está dejando de ser un tabú, sigue habiendo un gran desconocimiento en todo el mundo. Es por ello por lo que, desde hace unos años, se ha normalizado la puesta en marcha de una serie de campañas de concienciación sobre hábitos sexuales saludables, así como de sexología y sexualidad. Pero ¿en qué consisten todos estos términos? ¿A qué se dedica la sexología y todos los especialistas en este área? Hoy queremos resolver todas tus dudas sobre este concepto y otros relacionados con esta disciplina. Y recuerda que puedes ampliar tus conocimientos en salud sexual a través de nuestro máster online en sexología. ¡Síguenos!

¿Qué es la sexología?

La sexología es una rama de la psicología dedicada a la salud sexual de las personas. El comportamiento sexual está influido por la condición psicológica, es decir, nuestras experiencias, identidad y relaciones con los demás determinan una serie de condiciones sexuales que influyen en nuestra orientación sexual y nuestra sexualidad.

Ahora bien, los problemas sexuales pueden tener diferentes orígenes:

  • Conductas: expresiones sexuales como besos, caricias, coito, etc.
  • Identidad: sentirse hombre o mujer.
  • Orientación: hacia dónde dirigimos nuestras preferencias teniendo en cuenta nuestro propio sexo y el de las personas con las que nos relacionamos.
  • Interacción: pareja, crianza familiar, tareas domésticas, etc.
  • Educación sexual: hábitos saludables, como cuidarse, etc.

¿Qué estudia la sexología?

De esta manera, la sexología se encarga de estudiar el comportamiento, el desarrollo y los problemas de carácter sexual. Y, a su vez, las terapias sexuales sirven para encontrar una solución a diferentes traumas, patologías y condiciones que afecten a la salud sexual de las personas. Esto incluye problemas relacionados con:

  • La identidad sexual. Se centra en cómo la persona se percibe a sí misma como ser sexuado, incluyendo sus características biológicas. Analiza cómo esta identidad influye en el desarrollo emocional, la autoestima y las relaciones interpersonales.
  • La identidad de género. Estudia la vivencia interna y personal del género, independientemente del sexo biológico. También explora cómo se construye esta identidad a lo largo de la vida y qué papel ocupan los roles sociales, la expresión de género y la aceptación personal y social.
  • La orientación sexual. la sexología investiga cómo se desarrolla la orientación, cómo influye en las relaciones y qué dificultades pueden surgir debido a la discriminación o la falta de comprensión social.
  • La reproducción. Examina los procesos biológicos y psicológicos implicados en la fertilidad y la concepción, además de abordar los desafíos asociados, como los problemas reproductivos, la planificación familiar y la salud sexual y reproductiva.
  • Las disfunciones sexuales. Estudia las alteraciones físicas o psicológicas que dificultan el desarrollo de una vida sexual satisfactoria, como la disfunción eréctil, el vaginismo la falta de deseo. El objetivo es comprender sus causas y ofrecer tratamientos adecuados.
  • Las parafilias. Analiza comportamientos o intereses sexuales que se salen de los convencional y que, cuando generan malestar o afectan a terceros, requieren intervención profesional. La sexología trabaja para comprender su origen y ofrecer apoyo terapéutico.
  • Los problemas de pareja. Se centra en el trabajo de la comunicación, la gestión de conflictos y la construcción de vínculos saludables.
  • La educación sexual. Abarca la formación destinada a promover una sexualidad responsable, segura y respetuosa. Incluye aspectos como el conocimiento del cuerpo, la prevención de infecciones, el consentimiento y el desarrollo afectivo-sexual.

Máster en Sexología, Terapia Sexual y Género

Conceptos relacionados con la sexología

Cuando hablamos acerca de la sexología, debemos tener claros una serie de conceptos que se incluyen dentro de esta disciplina. Veamos pues cuáles son y a qué hacen referencia:

Salud sexual

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere de un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones interpersonales sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación, culpa o violencia”.

Sexualidad

La sexualidad define quiénes somos como hombres y mujeres, y esta puede cambiar y crecer a lo largo de nuestra vida. Este término hace referencia a la intimidad, así como a los comportamientos y las relaciones sexuales. Define cómo elegimos expresarnos, la orientación sexual, los valores, creencias o actitudes que se relacionan por ser hombres o mujeres. También explica los cambios sexuales que padece nuestro cuerpo durante las diferentes etapas de la vida, entre otros conceptos.

Sexo

El sexo puede definirse según:

  1. Biología: hembra/macho.
  1. Comportamiento sexual: acciones que estimulan el placer y los sentimientos sexuales, como la masturbación, el coito, etc.

Identidad sexual

La identidad sexual es clave para autodefinirnos y puede cambiar a lo largo de nuestra vida. Este concepto se contempla desde el plano fisiológico, psicológico y social. De forma que, es el modo en que el ser humano se comprende y piensa sobre sí mismo desde la sexualidad.

Orientación sexual

Se define en función del sexo de las personas por las que nos sentimos atraídos físicamente y/o románticamente. Los conceptos más usados en la actualidad son la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad.

¿Cuándo se recomienda acudir a un sexólogo?

Ante cualquier problema relacionado con la vida sexual de una persona o pareja que impida disfrutar de una salud sexual plena, sana y satisfactoria, es necesario acudir a un sexólogo. De hecho, los motivos más comunes en consulta son:

  • Problemas, trastornos y disfunciones sexuales. Como la disfunción eréctil, vaginismo, eyaculación precoz, etc. Estos pueden tener causas físicas, emocionales o mixtas, y un sexólogo ayuda a identificarlas y tratarlas mediante terapia sexual, educación y técnicas específicas.
  • Problemas para alcanzar el orgasmo. La sexología trabaja en la identificación de barrera psicológicas, creencias erróneas o falta de estimulación adecuada para mejorar la respuesta sexual.
  • Falta de placer en las relaciones sexuales. Cuando el disfrute disminuye, puede deberse a estrés, cambios hormonales, rutinas o problemas de pareja. La intervención profesional ayuda a recuperar el deseo, mejorar la comunicación y promover experiencias más satisfactorias.
  • Problemas de comunicación y conflictos de pareja. La sexualidad está profundamente ligada a la calidad del vínculo afectivo, y el sexólogo facilita el diálogo, la gestión emocional y la resolución de conflictos que pueden afectar a la intimidad.
  • Terapia de pareja para problemas sexuales. Cuando las dificultades sexuales afectan a ambos miembros de la pareja, la terapia conjunta permite trabajar en equipo, mejorar la conexión y encontrar soluciones que beneficien a la relación global.