Los eneagramas de la personalidad proponen una clasificación de la personalidad según la actitud vital de la persona. Son diferentes patrones en los que te puedes enmarcar según tu forma de ser y de relacionarte con otras personas.SI te interesa este ámbito no te olvides de consultar nuestra Certificación Experto en Psicología Holística.
Índice de contenidos
Qué son los eneagramas de la personalidad
Las personas, como una consecuencia lógica de su adaptación al entorno, cambian su forma de ser a lo largo de la vida. Esto, que en principio podría ser beneficioso, en muchos casos tiene efectos negativos sobre el individuo, que ve cómo su verdadero yo desaparece en medio de los cambios adaptativos.
Los eneagramas de la personalidad pretenden clasificar tu personalidad primigenia a partir de dos factores: cómo abordas tu relación con las personas que te rodean y cuáles son tus sensaciones mentales más profundas.
Utilidad de los eneagramas de la personalidad
El eneagrama te ayudará a entenderte mejor, a comprender tu forma de ser y a aceptarte tal y como eres. Paralelamente, te animará a empezar a comprender a los que te rodean y fomentará en ti la compasión por el resto de personas.
La importancia de la autoobservación
Por medio de la autoobservación, puedes ser más consciente de tu propia personalidad y definir el tipo que te corresponde entre los eneatipos que propone el eneagrama (hablaremos de ellos más adelante).
Mediante la observación consciente de tu propio yo, irás quitando máscaras superficiales a tu personalidad hasta llegar a tu ser esencial. Estas máscaras, adquiridas durante tu infancia y juventud, son las responsables de tus limitaciones, de ahí la importancia de detectarlas y eliminarlas.
Con el eneagrama podrás descubrir quién eres, con tus facetas positivas y negativas, y sacarás a la luz tu personalidad real. Solo a partir de la aceptación, podrás empezar a trabajar para ser una mejor persona, más equilibrada, serena y tolerante consigo misma y con los demás.
Cómo se forma la personalidad
La psicología holística propone tres dimensiones sobre las que se basa la personalidad de cada persona:
- Los instintos. Son impulsos vitales que te permiten acomodarte a la evolución de tu entorno y defender tus parcelas de poder. Es tu vertiente más corporal.
- Las emociones. Son las cualidades que te permiten relacionarte con las personas de tu entorno.
- Los pensamientos. Son funciones que se originan a partir de la percepción de lo que te rodea. Te ayudan a sentirte seguro y a caminar por la vida. Son tu vertiente racional.
Una personalidad estable integra las tres dimensiones (corporal, emocional y racional) de una forma equilibrada. Si buscas transformar tu yo para alcanzar tu identidad original, debes trabajar en el desarrollo de aquella dimensión de tu personalidad que esté solapada por la fuerza de las otras. Así evitarás la distorsión y llegarás a la base de tu forma de ser, tal y como fue en el principio y como volverá a ser después de recorrer el camino marcado.
Eneagramas de la personalidad: los 9 eneatipos
Los eneagramas de la perosnalidad proponen hasta nueve tipos de personalidad representados en un círculo e interconectados entre sí. Estos eneatipos parten de los centros de inteligencia que poseen todos los seres humanos: el centro mental o del pensamiento, centro emocional o del sentimiento y centro visceral o del instinto.
Según tu tendencia natural a utilizar un centro u otro, tu personalidad se enmarcará en uno de los nueve eneatipos. Todos pensamos y sentimos continuamente, pero cada uno de nosotros actúa dando preferencia a los pensamientos o a los sentimientos dependiendo de su forma de ser. Esto da lugar a los eneatipos.
Eneatipo uno: el perfeccionista
Perteneces a este eneatipo si eres un perfeccionista en todo lo que haces. También si eres detallista y muy ordenado. El miedo a no hacer las cosas bien es una traba importante para desarrollar tu iniciativa y creatividad. Los eneatipos uno suelen ser personas muy juiciosas y éticas, aunque también pueden llegar a ser intolerantes con todo lo que no representa la perfección de las cosas.
Eneatipo dos: el servicial
En este caso, tienes puesta tu atención en ayudar a los demás y cubrir sus necesidades por encima, incluso, de las tuyas propias. Los eneatipos dos pueden ser altruistas si tienen una personalidad equilibrada u orgullosos y necesitados de reconocimiento en los estados menos sanos.
Eneatipo tres: el triunfador
Si perteneces al tipo tres, eres una persona pendiente de su éxito, trabajadora y efectiva, aunque también bastante individualista. Tu forma de actuar siempre está orientada al éxito, que consigues en la mayoría de los casos, aunque sea con métodos dudosos. Esta personalidad puede derivar en una adicción al trabajo y una constante competitividad en todos los aspectos de la vida.
Eneatipo cuatro: el sensible
Te identificas con este eneatipo si eres una persona romántica, sensible y muy reservada. Esta personalidad puede ocultar problemas de timidez y falta de autoestima, que te llevarán a la autocompasión. En una personalidad sana, estas personas demuestran grandes dotes artísticas.
Eneatipo cinco: el investigador
Si eres muy observador y sientes curiosidad científica por todo lo que te rodea, seguramente pertenezcas al eneatipo cinco. Son personas instrospectivas y reservadas que esperan comprender el mundo a partir del conocimiento. Se caracterizan por ser generosas y, en los peores casos, autosuficientes y demasiado cerebrales.
Eneatipo seis: el leal
El sexto eneatipo de los eneagramas de la personalidad pertenece a las personas comprometidas y leales, en quienes se confía fácilmente por su actitud responsable. Si perteneces a este tipo, es probable que seas una persona insegura que enmascaras con una actitud defensiva.
Eneatipo siete: el entusiasta
Si eres una persona productiva e interesada en buscar experiencias estimulantes, seguramente te puedas encasillar en el eneatipo siete. Estos individuos pueden llegar a ser agotadores pero, al mismo tiempo, muy alegres y atractivos.
Eneatipo ocho: el líder
Te puedes considerar un líder si tienes una elevada autoconfianza que te lleva a actuar con fortaleza en todos los casos. Muestras una fuerte personalidad y sientes la necesidad de defender a tus seres queridos.
Eneatipo nueve: el pacificador
Corresponde a personas humildes y conformistas que presentan un carácter bondadoso y rehúyen todo tipo de enfrentamientos. Si te identificas con este eneatipo, serás capaz de solucionar conflictos en tu entorno y mantener la paz.
Los eneagramas de la personalidad te invitan a diagnosticar tu carácter como parte del proceso de autoconocimiento. A partir de aquí, podrás trabajar en las limitaciones propias de tu eneatipo y desarrollar los aspectos positivos de tu personalidad.