Existen distintos tipos de organigramas que hacen que las empresas funcionen. Tener una jerarquía bien marcada hará que el trabajo fluya adecuadamente. Pero, ¿son todas las empresas iguales? ¿Necesitan la misma estructura? Como ya habrás imaginado, la respuesta es que no. Así que, en el blog de hoy, te contamos cuáles son los tipos de organigramas que puede incorporar una compañía, y por qué deberías formarte en administración si quieres aprender del tema de manera profesional.
Índice de contenidos
¿Qué es y para qué sirve un organigrama?
El organigrama es el esquema que organiza de manera clara y visual la estructura interna de una empresa. Cada compañía tiene necesidades distintas, por lo que requerirá de un tipo de organigrama diferente. ¿O es que pensabas que se organizaba igual una start-up que una consultoría de abogados?
Dentro de un organigrama podemos encontrar los nombres de todas las personas que forman parte de la empresa, pero también de los departamentos y los cargos que ocupan. Esto facilita la coordinación y la gestión de datos más precisa.
La principal función de un organigrama, como su propio nombre indica, es organizar los empleados de una empresa. Esto permite a los jefes ver claramente qué patas de la mesa cojean y tomar decisiones al respecto, a fin de optimizar la distribución de tareas. Sin embargo, ¡estos no son los únicos beneficios!
Beneficios de utilizar un organigrama empresarial
Estas son las razones por las que una empresa que no cuente con un organigrama debe implementarlo lo antes posible:
- Clarifica los objetivos para definirlos mejor.
- Fomenta la transparencia.
- Mejora la motivación del personal ante la idea de progresar en la empresa.
- Facilita la distribución de tareas.
- Mejora la estructura de la empresa.
- Facilita la comunicación y mejora posibles errores en la misma.
- Mejora las relaciones entre responsables y trabajadores.
¿Qué tipos de organigramas hay?
Lo hemos dicho anteriormente: cada empresa tiene necesidades distintas. Es por esto por lo que organiza su jerarquía según mejor le convenga. Sin embargo, existen una serie de modelos que se utilizan con mayor frecuencia que otros y con los que te encontrarás a menudo si te dedicas al sector empresarial:
Organigrama funcional
El organigrama funcional es el favorito de la mayoría de las empresas, puesto que permite desglosar todos los cargos y sus correspondientes responsables en el trabajo. Cuenta con un cargo elevado, el CEO, a partir del cual se desglosan los miembros de cada departamento de forma vertical.
Organigrama horizontal
El organigrama horizontal aporta más cohesión y formalidad a las relaciones internas de la empresa. Se expresa visualmente de la misma manera que el funcional: los cargos se incluyen de izquierda a derecha de acuerdo a su posición. El objetivo es fomentar la comunicación entre departamentos y facilitar la colaboración.
Organigrama matricial
Este organigrama combina tanto el aspecto funcional como el horizontal de los anteriores, de manera que se considera uno de los más completos. Presenta una disposición vertical, pero incorpora las principales funciones de cada una de las áreas. El nombre de este organigrama proviene del hecho de que todas las líneas convergen en una misma matriz, la cúpula de la empresa, la cual es el único nivel que está por encima de los demás.
Organigrama jerárquico
El organigrama jerárquico se basa en las cadenas de mando que existen en la empresa. Representa de forma clara quién debe responder ante quién dentro de la organización, por lo que es un organigrama útil para aquellas compañías que tengan muchos departamentos y subdepartamentos y necesiten simplificar sus tareas.
Organigramas mixto
Este tipo de organigrama flexible se parece al matricial, puesto que incorpora modelos del organigrama vertical y el horizontal. Las áreas de la empresa se distribuyen verticalmente, mientras que los departamentos y sus cargos lo hacen horizontalmente. Son organigramas útiles para las empresas de mayor tamaño o que cuentan con un buen número de departamentos.
Organigrama circular
Este es uno de los organigramas más complejos y que más repercusión tiene entre empresas tecnológicas y de reciente creación. En este organigrama, las relaciones jerárquicas pierden nitidez y fomenta una cultura colaborativa e integradora.
¿Cuál es el organigrama más usado en las empresas?
Si tras leer el anterior apartado has respondido que la estructura funcional es la preferida por las empresas, ¡estás en lo cierto! La capacidad que tiene este modelo para organizar el trabajo y distribuirlo atendiendo a una jerarquía bien marcada resulta de lo más atractiva para muchas empresas.
A través de este diagrama, las funciones se pueden asignar y distribuir entre cada uno de los niveles de jerarquía, lo que facilita hacer un seguimiento posterior. Por lo general, se considera que este organigrama promociona la productividad de los trabajadores, puesto que se sienten más integrados en la empresa.
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