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¿Estáis pensando en vuestros propósitos de año nuevo? Si es así, probablemente estés pensando en hacer más ejercicio, perder algunos kilos o ponerte en forma. Genial, te explicamos porqué apostar por un entrenamiento personalizado es buena idea. ¿Te gustaría dedicarte profesionalmente a este ámbito y ayudar a los demás a cumplir sus metas? No te pierdas nuestra certificación personal trainer

¿En qué consiste un entrenamiento personalizado?

Un entrenamiento personalizado es garantía para alcanzar objetivos propios. Sin embargo, en la actualidad son muchas las personas que creen que realizar actividad física en gimnasios o centros es su mejor opción. Aun así, una de las grandes carencias de los centros deportivos es que, debido a la masificación, la atención personalizada es prácticamente inexistente. Ello se traduce, directamente, en un peor entrenamiento físico y en unos peores resultados deportivos.

Por ello, una de las grandes opciones es la de contar con un entrenamiento personalizado y un entrenador físico especializado y profesionalizado en el sector. Un entrenador personal es una pieza clave para no abandonar las metas, progresar a buen ritmo y no perder la motivación. Además, los beneficios de contar con un entrenamiento físico personal tiene muchos otros beneficios. Los repasamos a continuación.

1-. Consecución de objetivos deportivos

Abandonar las rutinas, los ejercicios físicos o la motivación es algo usual si no se cuenta con un personal trainer. Y es que, la consecución de objetivos deportivos o de fitness es tardía, dura y larga. Por ello, contar con un entrenador personal es una buena idea.

Estos profesionales se encargan de diseñar un plan de entrenamiento que se ajuste a las circunstancias personales. Además, toman en cuenta factores como el punto de partida, el objetivo final o la dureza que puede comportar un plan u otro. De este modo, el cliente acaba consiguiendo sus metas deportivas de manera progresiva y personalizada.

2-. Superación personal y deportiva

Una vez cumplidos los objetivos deportivos, por ejemplo, si ya se ha conseguido bajar de peso, ganar masa muscular o cualquier otra meta, es muy normal dejar de entrenar o perder la motivación. Y, ello, lleva muchas veces otra vez a volver al punto de partida. Con un entrenamiento personalizado y de la mano de un profesional del deporte, conseguir objetivos nos puede llevar a un estado de superación personal. Por ejemplo, una vez cumplido el objetivo de perder peso, el entrenador personal nos diseñará un plan de mantenimiento. De este modo, evitaremos el efecto rebote o la pérdida de motivación para seguir avanzando y superándonos a nivel personal.

3-. Aprendizaje

En un club deportivo o gimnasio nadie nos asesora sobre cómo hacemos los ejercicios o cómo seguimos las clases dirigidas. Al tener un entrenamiento personalizado, el preparador físico nos escucha, reconoce nuestras necesidades y las plasma en nuestro plan de entrenamiento personal. Todo ello nos ayuda a conocer nuestro propio cuerpo, nuestras capacidades y nuestros límites. Asimismo, gracias a ello aprendemos a ejecutar los ejercicios de manera correcta. Evitando así lesiones o repeticiones “inútiles”.

4-. Seguimiento personalizado

El entrenamiento personalizado nos permite tener un seguimiento semana a semana. El entrenador es el responsable de mostrarle a su cliente que, aunque no se refleje automáticamente en los números o delante del espejo, su entrenamiento es eficiente. De este modo, el cliente es capaz de reconocer sus logros y avances y mantiene su motivación intacta.

5-. Más salud y bienestar

Disponer de alguien pendiente de cómo se ejecutan los ejercicios físicos permite que se realicen a la perfección y, por ello, que se traduzcan en mejores niveles de salud. Asimismo, el entrenador físico también se preocupa del bienestar del usuario, por lo que adapta los ejercicios y los enfoca a la mejora de sus habilidades, necesidades y estabilidad de salud.

6-. Compromiso

¿Quién no conoce a alguien que se apunta con toda la ilusión al gimnasio y acaba por no ir nunca? Tener un entrenamiento personalizado y un personal trainer aumenta la cantidad de compromiso. Es decir, el cliente se siente más motivado para seguir practicando ejercicio durante más tiempo y con más frecuencia. Además, la flexibilidad de horarios permite que no aparezcan las típicas excusas de falta de tiempo o incompatibilidad horaria.

7-. Nutrición deportiva

Muchos entrenadores personales están formados también en el ámbito de la nutrición. De este modo, pueden diseñar dietas junto a los entrenamientos personalizados, todo ello enfocado al bienestar, la salud y los objetivos de sus clientes. Así, contar con un preparador físico personal nos permite además de tener asesoramiento en cuanto a deporte, tener también asesoramiento nutricional. Un win-win sin duda alguna.

8-. Inspiración

Normalmente un entrenador personal suele convertirse en un referente para sus clientes. De él se sacan los beneficios que anteriormente hemos visto: motivación, resultados, seguridad o compromiso deportivo. Sin embargo, también obtenemos inspiración y una figura a la que seguir para conseguir nuestros objetivos.