Estar encerrados la mayor parte de nuestro tiempo y estar sometidos a una gran cantidad de noticias negativas puede provocar en nosotros malestar. Sin embargo, el coaching y la psicología holística nos ofrecen herramientas para el crecimiento personal. Uno de ellos es el autoanálisis. Hoy os contamos cómo aplicar este método en vuestro día a día. Además, recordad que en nuestro centro podréis encontrar el Máster en Coaching o el Máster en Inteligencia Emocional.
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Qué es el autoanálisis y como puede ayudarnos
Como ya hemos comentado, la situación de confinamiento y de privación de la libertad y los contactos sociales pueden hacer estragos en nuestro bienestar. Tanto es así que los expertos ya han previsto que esta pandemia, además de dejar muchas víctimas y contagiados, también dejará secuelas psicológicas en una gran cantidad de personas.
Por ello, hoy os dejamos con un post sobre el autoanálisis. Una herramienta que se puede aplicar en muchos ámbitos y que nos puede permitir conocernos a nosotros mismos en otros muchos aspectos. Por ejemplo, en el ámbito formativo, en el ámbito personal o emocional o en el ámbito profesional, hacer autoevaluación es una buena idea.
Y es que gracias al autonanálisis, podemos conocernos a nosotros mismos identificando nuestros puntos débiles, puntos fuertes y entendiéndonos. A continuación te damos algunos consejos para que puedas aplicar esta herramienta en tu caso particular.
Pasos para hacer autoanálisis
A continuación tienes el paso a paso para poder poner en práctica esta potente herramienta de autoconocimiento y crecimiento personal.
1-. Busca tu espacio
Uno de los primeros pasos que debes dar para poder poner tus ideas en orden es buscar un espacio tranquilo en el que nadie ni nada te interrumpa. Durante el rato que hagas autoanálisis necesitarás concentrarte y poder reflexionar tranquilamente.
2-. Determina tu situación actual
Muchas veces miramos al futuro o al pasado en busca de respuestas. Sin embargo, el presente es el único aquí y ahora que determina nuestra situación actual. Sea cual sea el ámbito en el que quieras hacer autoanálisis. Luego, una vez hayas determinado cuál es tu situación actual, determina una periodicidad dentro de la que marcarás etapas o progresos que cumplir.
Funcionar por etapas o objetivos puede ayudarte a que, cuando hagas de nuevo autoanálisis, puedas ver objetivamente tus avances.
3-. Conócete y acuérdate de que lo haces
Es posible que estés buscando respuestas a tus preguntas con estos autoanálisis. Por ello, debes conocerte y hacer un listado de tus puntos fuertes, tus puntos débiles y los “disparadores” que hacen que puedas desviarte de tus objetivos. Tener claros tus defectos, tus puntos débiles o tus dificultades te permitirá aceptarlas y dejar de darles la importancia que no tienen.
4-. Refuerza tus puntos fuetes
Ahora que tus puntos débiles o flaquezas no son más que eso y que los conoces a la perfección, cuando aparezcan podrás detectarlos. Tu trabajo en el cuarto punto de autoanálisis consiste en reforzar tus puntos fuertes. Por ejemplo, piensa en tus diferentes habilidades profesionales (si analizas tu perfil profesional) o en las actividades que te relajan (si analizas tu parte emocional). Posiciona siempre en primer lugar estos puntos fuertes.
5-. Cambia lo malo por algo bueno
Sí, ya sabemos que puede sonar a algo imposible. Pero en tu sesión de autoanálisis, dedícale un tiempo a pensar cómo podrías sacarle partido a tus puntos débiles. Cuando te autoanalices, no pierdas la oportunidad de darte a ti mismo alternativas. Recuerda que tus puntos débiles pueden convertirse en un nuevo punto de salida para descubrir nuevas habilidades o puntos fuertes. ¿Eres muy sensible? Aprovéchalo para plasmarlo a través del arte, la escritura u otras actividades.
6-. Recuerda tus objetivos y metas
El autoanálisis es muy útil si lo vas aplicando dentro de una rutina o calendario. Sin embargo, no tiene sentido si no lo apoyas en un objetivo o varios de ellos. Además, en este punto no puedes olvidar la importancia de que estas metas sean tangibles, realistas y a corto o medio plazo.
Aprovéchate del autoconocimiento
Conocernos a nosotros mismos tiene muchos beneficios a nivel mental y físico. A partir del autoanálisis obtenemos una situación de autoconocimiento que nos puede ofrecer muchas ventajas.
Gracias a todo ello podemos obtener una “guía de instrucciones propia”. Saber cómo vas a reaccionar ante una determinada situación te permitirá abordarlo previamente. Convirtiendo esta sensación en una sensación de “control” o autocontrol.
Asimismo, hacer de la autoanálisis una herramienta personal también nos permite desarrollar habilidades como la empatía, la tolerancia o la compasión. Si sabes que para ti algunas situaciones pueden ser complicadas, también comprendes que pueden serlo para los otros. Lo mismo ocurre cuando detectas puntos débiles en otros: sabes que tú también los tienes y comprendes que cada persona es un mundo.
Finalmente, esta herramienta de empujará hacia el éxito. Gracias a ella, el crecimiento personal y profesional es solo cuestión de trabajo propio.