El camino hacia la salud y la forma física puede estar lleno de obstáculos y decisiones difíciles. ¿Cuál es la mejor rutina de ejercicios para cumplir los objetivos planteados? ¿Cómo evitar lesiones? ¿Cómo ayudar a mantener la motivación a lo largo del tiempo? Si tienes la actitud para resolver estas cuestiones, tienes potencial para ser personal trainer. Más que un/a simple instructor/a, un/a entrenador/a personal es un/a guía, un/a motivador/a y un/a experto/a en diseño de programas de entrenamiento personalizados. Hoy te contamos cómo al certificarte en ello puedes marcar la diferencia de las personas que buscan una vida más activa, y cómo tu experiencia y compromiso pueden transformar el enfoque hacia el ejercicio.
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Índice de contenidos
¿Qué es ser un/a personal trainer?
Ser un/a entrenador/a personal, también conocido como “personal trainer” en inglés, implica desempeñar un papel fundamental en ayudar a individuos a alcanzar sus metas de acondicionamiento físico y bienestar personal. Un/a entrenador/a personal es más que un/a simple instructor/a de ejercicios; es un/a profesional altamente capacitado/a que trabaja de manera individualizada con sus clientes para diseñar y guiar programas de entrenamiento adaptados a las necesidades específicas de cada persona.
Aquí hay algunas características clave de lo que implica ser un/a entrenador/a personal:
- Diseño de programas personalizados.
- Supervisión y corrección.
- Motivación.
- Educación en nutrición y estilo de vida.
- Ajuste de programas de entrenamiento.
- Conocimiento y certificación.
- Ética profesional.
¿Qué diferencia hay entre un/a entrenador físico y un/a personal trainer?
El/la preparador/a físico se enfoca en asesorar a deportistas en una disciplina concreta y trata de entrenarles para conseguir una serie de objetivos individuales. En cambio, el/a entrenador/a personal se centra en diseñar entrenamientos adaptados a las necesidades de deportistas profesionales y personas sin experiencia que solo desean mejorar su salud física.
Haciendo referencia a lo anterior, otra diferencia entre el/la preparador/a físico o entrenador/a personal es que, mientras que el/la primero/a trabaja de forma exclusiva con deportistas profesionales o de alto nivel, el/la segundo/a puede prestar sus servicios a personas con cualquier condición física y características.
Otra aspecto relevante es que el/la preparador/a físico está especializado/a en una disciplina específica, mientras que el/la entrenador/a personal tiene un conocimiento más genérico de la práctica deportiva, el funcionamiento del cuerpo humano y la salud en general.
¿En qué consiste un entrenamiento personalizado?
Abandonar las rutinas, los ejercicios físicos o la motivación es algo usual si no se cuenta con profesional del ejercicio. Y es que, la consecución de objetivos deportivos o de fitness es tardía, dura y larga. Por ello, ser un/a personal trainer y estar preparado/a para atender esta necesidad es una buena idea.
Al tener en cuenta factores como el punto de partida, el objetivo final o la dureza que puede comportar un plan u otro, es posible que los/las clientes/as alcancen sus metas deportivas de manera progresiva y personalizada. A continuación, te contamos más cuestiones importantes al momento de plantear un entrenamiento personalizado.
Evaluación inicial
El proceso comienza con una evaluación exhaustiva de la persona que está siendo entrenada. Esto puede incluir mediciones de la composición corporal, pruebas de condición física, discusión de objetivos personales y una revisión de cualquier lesión.
Con base en la evaluación inicial y las metas del individuo, se establecen objetivos específicos y alcanzables. Estos pueden incluir objetivos de pérdida de peso, ganancia de masa muscular, mejora de la resistencia, aumento de la fuerza, entre otros.
Planificación del programa
Como profesional de fitness es tu responsabilidad diseñar un programa de entrenamiento personalizado que aborde los objetivos y necesidades del cliente. Esto incluye la selección de ejercicios, la intensidad, el volumen, la frecuencia y la duración del entrenamiento.
En muchos casos, un entrenamiento personalizado también incluye recomendaciones dietéticas para respaldar los objetivos de acondicionamiento físico. Esto puede incluir pautas sobre la ingesta calórica, la distribución de macronutrientes y la elección de alimentos.
Supervisión continua
Durante las sesiones de entrenamiento, el cliente recibe orientación y supervisión constante. Hay que asegurarse de que los ejercicios se realicen correctamente y que se mantenga la seguridad.
A medida que el/la cliente avanza en su programa, hay que ajustar el plan de entrenamiento según sea necesario para seguir desafiando al individuo y evitar el estancamiento. Por ello, se deben realizar evaluaciones regulares para medir el progreso hacia los objetivos y ajustar el programa según sea necesario.
Atención Individual
La atención se centra completamente en el cliente durante las sesiones de entrenamiento, lo que permite una personalización completa y una respuesta a las necesidades específicas.
De la misma manera, hay que brindar apoyo emocional, establecer hitos y celebrar los logros, lo que ayuda a mantener la motivación a lo largo del tiempo.
Ser un/a entrenador/a personal implica mucho más que simplemente guiar a las personas a través de ejercicios. Requiere un compromiso con el bienestar de los clientes, un profundo conocimiento de la ciencia del ejercicio y la capacidad de brindar apoyo emocional y motivación.
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