La terapia Gestalt es una de las psicoterapias más populares en la promoción del crecimiento personal y la autorrealización. En este artículo te explicamos en qué consiste la psicoterapia gestáltica, cuáles son sus principios y cómo se aplica. También te recordamos que si deseas estudiar la terapia Gestalt puedes inscribirte a nuestro curso de psicología holística, donde profundizarás en el estudio de este y otros tipos de terapias propias de la corriente humanística.
Índice de contenidos
¿En qué consiste la terapia Gestalt?
La terapia Gestalt es un tipo de psicoterapia humanista que busca promover el desarrollo personal y potenciar la atención plena hacia el momento presente. Se trata de una terapia que contempla al ser humano como un ente completo constituido por el conjunto de su cuerpo, mente y alma, y que puede lograr el bienestar integral si alcanza el equilibrio entre esas tres partes que forman su persona.
Así pues, la psicoterapia Gestalt pone el foco en potenciar la responsabilidad y la aceptación personal. Asimismo, esta terapia humanista se centra en fomentar la atención hacia el presente, dejando de lado el pasado y también el futuro.
Al tratarse de una terapia de enfoque humanista, la terapia gestáltica se origina a partir de otras corrientes ampliamente conocidas, como son el psicoanálisis, la filosofía budista propia de las doctrinas filosóficas orientales o el existencialismo, entre otras.
¿Cuáles son los principios de la psicología Gestalt?
La terapia de la Gestalt no se preocupa tanto de lo que nos ocurre, sino de cómo experimentamos lo que nos sucede y qué influencia tiene en nuestro bienestar. Es decir, se centra en analizar el proceso: “cómo sucede” y “cómo lo vivimos”, más que en valorar el contenido de lo que acontece.
Partiendo de esa concepción, en su aplicación la psicología gestáltica se basa en tres principios que son fundamentales: el “aquí y ahora”, la responsabilidad personal y la toma de conciencia. Vamos a ver en qué consisten cada uno de ellos.
1. Concentrarse en el “aquí y ahora”
La terapia Gestalt propone poner nuestra atención hacia el momento presente, es decir, concentrarnos en el “aquí y el ahora”, sin preocuparnos por lo que pudo ser y no fue o en cómo debería haber sido.
La idea de este principio es que el paciente experimente la realidad y consiga vivir el instante actual evitando los bloqueos que nos invaden al trasladarnos al pasado o al futuro.
2. Tomar conciencia de lo que nos ocurre
En la terapia gestáltica otro de los objetivos es lograr que el paciente tome conciencia de sí mismo para identificar sensaciones, emociones y modos de actuar. Se trata del método del “darse cuenta”, es decir, de poner atención a cómo experimentamos todo lo que nos sucede.
A partir de la toma de conciencia de uno mismo, la persona puede encontrar nuevas formas de experimentar la vida de una manera más plena y alineada a la autorrealización.
A modo de ejemplo sería: si sentimos emociones como la alegría, la tristeza o el enfado, el primer paso es detectar la emoción que estamos sintiendo y, seguidamente, aceptar lo que está sucediendo en ese preciso instante sin reprimir ninguna emoción.
3. Practicar la responsabilidad personal
El tercer principio en el que se basa la psicología de la Gestalt es inculcar la responsabilidad personal. O lo que es lo mismo: hacernos responsables de nuestros actos, decisiones, pensamientos y sentimientos.
Lo que busca la terapia gestáltica es que el paciente haga suyas sus experiencias, sin culpabilizar o responsabilizar a los demás de lo que está viviendo o sintiendo. A partir de ahí, la persona puede concienciarse sobre lo que le ocurre y es capaz de afrontar los retos que se le pongan por delante.
Cómo se aplica la terapia gestáltica
En la terapia de la Gestalt el psicólogo/a acompaña al paciente para que descubra su potencial y refuerce sus habilidades de desarrollo personal.
Como hemos visto, la psicología de la Gestalt se centra más en los procesos que en los contenidos. y, para ello, se suele llevar a cabo en cuatro fases diferenciadas:
- Aceptación. El primer paso de la terapia es ayudar al paciente a que acepte lo que está sintiendo evitando la represión emocional y la somatización.
- Responsabilidad. Cuando el paciente ha aceptado sus sentimientos y emociones, lo siguiente es guiarle para que se haga responsable de lo que siente y vive. A partir de ahí, la persona puede tomar las riendas de su vida y aplicar los recursos necesarios para superar las dificultades.
- Diálogo entre terapeuta Gestalt y el paciente. La interacción entre ambos durante todo el proceso es esencial para que la terapia sea efectiva.
- Acción. Sucede cuando el paciente ya tiene la capacidad de gestionar las circunstancias que le generan malestar.
Cabe apuntar que en las sesiones de psicoterapia gestáltica, los psicólogos/as no hacen énfasis en problemas acontecidos en el pasado, sino que los profesionales se orientan hacia el momento presente y en conocer cómo el paciente experimenta los hechos que le generan malestar y qué herramientas necesita para favorecer su bienestar.
¿A quién se dirige la Gestalt?
Teniendo en cuenta su enfoque holístico, la terapia de la Gestalt puede ser una psicoterapia efectiva para acompañar a pacientes con problemas o trastornos psicológicos como los siguientes:
- Ansiedad, fobias y estrés.
- Depresión y alteraciones del estado de ánimo.
- Adicciones.
- Crisis existenciales.
- Procesos de duelo.
- Baja autoestima y dependencia emocional.
- Periodos de transición vital.
Estudiar terapia Gestalt
Si quieres saber qué rol desempeña el terapeuta Gestalt y profundizar en este tipo de psicoterapia, puede interesarte estudiar terapia Gestalt.
En Escuela ELBS impartimos una formación en psicología holística que profundiza en los principios y las aplicaciones de la psicoterapia gestáltica, entre más corrientes con enfoque humanista como el Counseling y otras terapias holísticas como la hipnosis o las técnicas PNL, entre otras.
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