No es ningún secreto. La calidad del sueño de una persona es realmente importante para que muchas otras funciones del cuerpo tengan lugar. Por ello, se recomiendan entre 7 y 8 horas de sueño por noche. Ahora, con los relojes y pulseras inteligentes, podemos calcular exactamente nuestro tiempo de descanso. Y, de ahí, nuestra cantidad de sueño profundo y sueño ligero. ¿Sabes cuál es la combinación ideal de estas dos franjas de descanso nocturno? Te lo contamos. Recuerda que en nuestra escuela puedes encontrar la formación que estás buscando. Por ejemplo, echa un vistazo a nuestra certificación en coaching personal y PNL.
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Sueño profundo y sueño ligero: ¿qué sucede mientras dormimos?
Aunque muchas personas piensan que, al dormir, todo el cuerpo entra en una fase de “desconexión” y descanso, nada más lejos de la realidad. Durante nuestras horas de sueño profundo y sueño ligero, nuestro organismo aprovecha para prepararnos para cuando despertemos.
Así, por ejemplo, los músculos aprovechan para regenerarse, se activan procesos hormonales y se rebaja la temperatura corporal, permitiendo un descanso del corazón. Durante las horas de sueño, además, nuestro cuerpo aprovecha para acelerar el sistema inmunológico. Es por ello que cuando enfermamos necesitamos descansar y dormir más.
Es, finalmente, durante la noche, mientras experimentamos las fases de sueño profundo y sueño ligero, cuando se regulan los niveles de neurotransmisores. Estas moléculas son las que equilibran nuestro estado de ánimo. La ciencia afirma que la falta de sueño se relaciona con trastornos depresivos debido a esta relación entre descanso y neurotransmisores.
¿Cuánto sueño ligero es normal?
De media, se considera que cuánto tiempo de sueño ligero es normal para un adulto oscila entre el 50% y el 60% del total de descanso nocturno. Por ejemplo, si una persona duerme 8 horas, entre 4 y 5 horas corresponderían a esta fase. Esta proporción de las horas de sueño ligero que necesita un adulto, sin embargo, puede variar en función de factores como la edad, el nivel de actividad física, el estrés o incluso la alimentación.
El sueño ligero cumple funciones especiales: favorece la consolidación de la memoria, permite la regulación hormonal y prepara al organismo para entrar en fases más profundas, donde la recuperación física y mental se maximiza. Un porcentaje muy bajo o excesivo de sueño ligero puede indicar alteraciones en el ciclo de descanso, como insomnio, apnea del sueño o estrés crónico.
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Etapas del sueño: ¿cuáles existen?
Lo tienes casi todo: una rutina deportiva, una dieta equilibrada y balanceada y una estabilidad emocional. Sin embargo, ¿tienes una calidad del sueño correcta que acompañe todos los otros factores? Son muchas las personas que se preguntan cuál es el equilibrio ideal entre sueño profundo y sueño ligero. Por ello, hoy analizamos todas las fases del sueño. Toma nota:
Primera etapa o fase de adormecimiento
La primera etapa del sueño es la del adormecimiento. En esta fase, nuestro cuerpo pasa de un estado de vigilia a un estado de adormecimiento. Generalmente es la primera fase del sueño y está considerada como una etapa de transición. Ocupa los primeros diez minutos del sueño.
Etapa segunda o fase de sueño ligero
Como ya sabrás, las fases más conocidas son las del sueño profundo y sueño ligero. La segunda etapa es la del sueño ligero. Se calcula que ocupa prácticamente la mitad de nuestros ciclos de sueño (50%). En esta etapa, nuestro cuerpo “desconecta” y baja la frecuencia de respiración, así como el ritmo cardíaco, que se ralentiza.
Los científicos apuntan que durante le sueño ligero seguimos manteniendo una gran actividad cerebral, que se intercalan con periodos de menor intensidad. Es por ello que en esta fase seguimos escuchando sonidos y nos despertamos fácilmente. ¿Alguna vez has sentido que estabas a punto de caerte antes de dormirte? ¡Estabas en la fase de sueño ligero!
Fase tercera o etapa de transición
Aunque muchas personas crean que pasamos automáticamente entre sueño profundo y sueño ligero, pero lo cierto es que la fase tercera es una etapa de transición. Son unos dos o tres minutos en los que poco a poco nos abrazamos al sueño Delta o profundo. Nos encontramos ya en plena relajación y entre la tercera y cuarta fase liberamos la hormona del crecimiento.
Fase cuarta, sueño profundo o Delta
Es la segunda de las más famosas, el sueño profundo es la cuarta etapa del sueño y suele representar una media del 20% del tiempo total del sueño. Si dormimos unas 8 horas, este 20% serían unas 1,6 horas. Es la fase que determinará la calidad final del sueño y, durante esta fase es difícil despertar. Nuestro ritmo de respiración es lento y nuestra presión arterial desciende entre un 10 y un 30%.
Fase REM o sueño paradójico
Después del sueño profundo y sueño ligero, aparece otra de las fases más famosas de las etapas del sueño. La etapa del Rapid Eye Movement (REM) o sueño paradójico ocupa entre 15 y 30 minutos de nuestro sueño. En ella, nuestros ojos experimentan un movimiento rápido y nuestro cerebro registra mucha actividad, pero nuestros músculos están bloqueados. En esta etapa solemos soñar y nuestra respiración es irregular. En esta fase se “limpia el cerebro”, consolidándose recuerdos y conocimientos.
¿Por qué es importante la ratio de sueño ligero y sueño profundo?
Mantener un equilibrio adecuado entre elsueño ligero y el sueño profundo es básico para la salud física, mental y emocional. Estos son los beneficios de la ratio de sueño ligero y sueño profundo:
- Recuperación física óptima. El sueño profundo es la fase en la que se regeneran los tejidos, se fortalecen músculos y huesos, y el sistema inmunitario se activa. Sin suficiente tiempo en esta etapa, el cuerpo no se recupera completamente del desgaste diario o del ejercicio físico intenso.
- Procesos cognitivos y memoria. Durante el sueño ligero, el cerebro procesa y consolida recuerdos, facilita el aprendizaje y organiza la información adquirida durante el día. Un exceso o déficit en esta fase puede afectar la concentración, la creatividad y la toma de decisiones.
- Regulación emocional y mental. En psicología, se sabe que un equilibrio entre ambas fases mejora la gestión del estrés, reduce la irritabilidad y previene la aparición de trastornos como la ansiedad o la depresión. Dormir bien es una herramienta clave para mantener un estado de ánimo estable.
- Rendimiento deportivo y recuperación muscular. Para un personal trainer o un deportista, el sueño profundo es crítico para la reparación de fibras musculares y la reposición de energía. El sueño ligero, por su parte, garantiza transiciones suaves entre fases, evitando interrupciones que perjudiquen el descanso.
- Bienestar y energía diaria. La proporción adecuada de sueño ligero y profundo se traduce en más vitalidad, mejor rendimiento laboral y una mayor resistencia física y mental. La energía diurna no depende solo de las horas dormidas, sino de cómo se distribuyen estas horas.
¿Cómo equilibrar sueño profundo y sueño ligero?
Muchas personas experimentan un desequilibrio entre sueño profundo y sueño ligero, lo que hace que, por las mañanas no sientan que han tenido un sueño reparador. Aunque las franjas pueden variar dependiendo de la edad y otros factores, el sueño ligero tiende a ocupar un 50 o 60 % de la noche. En cambio, el sueño profundo ocuparía entre un 10 y un 25% del sueño total.
Los expertos afirman que no es posible modificar nuestros ciclos del sueño de una manera efectiva. Y es que en ellos influyen muchos factores que escapan a nuestro control: edad, grado de actividad, salud mental, trastornos, dolores o alimentación. Sin embargo, aunque hay una línea intraspasable entre nuestra naturaleza y nuestro deseo, se sabe que cuidar de estos factores puede ayudarnos a tener una mejor calidad del sueño.
De ahí que los expertos concluyen que establezcamos algunas medidas que cuidan de nuestros ciclos del sueño. Por ejemplo, cuidaremos nuestros horarios, nuestra actividad ante pantallas, nuestra alimentación y nuestra actividad física diaria. Aplicando y cuidando de algunos de estos detalles conseguiremos que nuestro cuerpo descanse mejor que nunca. Empieza ahora a aplicarlos.